Autobiografía
Soy Juan Chía y me dedico a recolectar experiencias, emociones y conocimiento. Estoy en busca de vivencias que alimenten mi capacidad de asombro; que me fortalezcan, me sensibilicen, me cultiven y me diviertan; reconfigurando lo que el estado, la religión, la «educación» y los medios de comunicación han tratado de manipular en mi mente.
Busco experiencias que me transformen en un mejor ser humano, empático a las emociones de los demás y proactivo ante lo que ocurre a mi alrededor.
Este blog lo diseñé para escribir mis reflexiones, que se reducen a cinco inquietudes: desarrollo humano, calidad de vida, cambio climático, manipulación ideológica y defensa de los derechos animales. Aquí, encontrarás experiencias y aventuras de mis viajes e investigaciones, así como las enseñanzas que adquirí de diversos líderes de opinión y maestros espirituales, que cambiaron mi forma de ver la vida, mejorando notablemente mi salud, mis pensamientos y mis emociones.
Pero no me interesa convencer a nadie de lo que pienso, ni de lo que creo. No soy poseedor de la verdad; y para ser honesto, ni siquiera busco la «verdad». Mis intereses y pensamientos están encaminados por un sendero diferente. En una busqueda interna. Pero, ¿quién soy yo? ¿Quién es Juan Chía?
En síntesis, soy un comunicador. He dirigido diversos proyectos en la mayoría de los medios de comunicación (Internet, radio, televisión y medios impresos), en múltiples temáticas: yoga, salud, budismo, naturismo, meditación, parapsicología, religión, artes marciales y gastronomía, entre otros. Más allá de la temática, me he especializado en el desarrollo creativo de conceptos y proyectos. Me fascina la exploración de las ideas y las creencias, así como el cuestionamiento de las tendencias culturales e ideológicas.
Trayectoria profesional
En mi juventud, estudié diseño de sistemas y programación, asumiendo que era la alternativa correcta para conseguir un «buen trabajo» que brindara dinero, empleo y estabilidad. ¿Qué más quería? Sin embargo, fue el mayor error de mi vida.
En ese entonces, los programas se hacían en lenguajes computacionales como Fortran, Pascal, Basic y Cobol; éste último se convirtió en mi especialidad y no porque me agradara; tenía que programar en ese lenguaje donde trabajaba, en Patronato Universitario. La incomodidad dio paso a la frustración. Tristemente, llegué a la conclusión de que lo mío no era el software. Literalmente salí corriendo de la profesión.
En ese entonces, mis ratos libres los dedicaba al estudio de los fenómenos paranormales y las presuntas evidencias de vida después de la muerte, sin imaginarme que mi interés se convertiría en una etapa de mi vida dedicada a la investigación y divulgación. El hobby transformado en profesión.
Cierto día, y por sugerencia de mi maestro, Adolfo Anguiano Valadez, especialista en análisis del sueño, me invitaron al programa de Nino Canún ¿Y usted qué opina? para platicar sobre las supersticiones. Gustó tanto mi participación que durante varios años fui invitado a diversos programas de radio y televisión, como al El show de Cristina y Don Francisco presenta.
Primeras participaciones
El encuentro formar con las letras impresas fue en 1992. Fue para escribir artículos sobre parapsicología en la legendaria revista Duda, editada por Editorial Posada y encabezada por Fernando Mendizábal Rico. En ese mismo año, ingrese a Programas de Investigación, empresa dedicada a la elaboración de documentales en video y que era dirigida por Jaime Maussán. Aunque trabaje como investigador, ahí conocí las bases técnicas del guionismo televisivo y la producción. En ese entonces, a quien le gustara la producción, la conducción o el periodismo debía comenzar desde cero, en la práctica diaria y continua de la investigación y la reporteada, bajo la enseñanza y supervisión del jefe. Sin duda, fue una labor divertida y emocionante.
Un año después, surgió una gran oportunidad. Me ofrecieron el puesto de reportero en la producción de Siempre en domingo, programa estelar de Televisa. Ahí tuve el honor de trabajar para un gran ser humano, Raúl Velazco, quien siempre escuchó y apoyó mis ideas. Posteriormente, me recomendó para desarrollar otros proyectos en la empresa. Incluso, años después, cuando estaba laborando en TV Azteca, seguíamos conversando vía telefónica. Honesto, buen amigo, guía y protector, así recuerdo a mi entrañable jefe, Raúl Velazco.
Primer proyecto editorial
Gracias a su interlocución, en 1994 me integre a un ambicioso proyecto, co-producido por la editorial española América-Ibérica, de Oscar González Lewis y la distribuidora mexicana de revistas, Intermex, que en ese momento había sido adquirida por Televisa. De este iniciativa se forjó un sólido equipo editorial que tenía el objetivo de concebir, editar y replicar el éxito de la publicación española Año Cero, la cual se vendía en casi todos los países de habla hispana. Mi objetivo era crear su filial: Año Cero México.
El primer número superó las expectativas, teniendo gran aceptación entre los lectores. Lamentablemente, el proyecto se interrumpió por la devaluación del peso y la posterior crisis económica que afecto a México, en 1994.
Mi labor como director editorial del especial mexicano no pasó desapercibido y poco tiempo después fui invitado por Enrique de Vicente, director de Año Cero, para integrarme al equipo de corresponsales internacionales; ahí escribí durante casi 7 años. En ese mismo período, fui co-conductor del programa Frecuencia desconocida, en la XEX, donde compartí el micrófono con Consuelo Sáizar. Con mi experiencia anterior en radio, en 1997 participé como uno de los comentaristas del programa Jaime Maussán, ovnis y otros misterios, emisión radiofónica producida en la estación XEW, en Radiopolis. Sin embargo, tuve que dejar el programa de Jaime por una atractiva propuesta.
Ingreso a la televisión
Por medio del vicepresidente de producción, Ignacio Duran, a finales de 1997, ingrese a TV Azteca para producir y conducir uno de mis más importantes proyectos: la serie En busca de lo desconocido. El programa abordaba, desde diversas perspectivas, el mito, la magia y la religión.
Con el apoyo de TV Azteca y una infraestructura respaldada por numeroso equipo de investigadores, especialistas y asesores, tuve la oportunidad de profundizar, como pocas personas lo han hecho, en el terreno de lo considerado «inexplicable». Investigue y visite infinidad de lugares considerados como enigmáticos; también estuve cerca de casos de percepción extrasensorial y apariciones. Aunque la mayoría eran fraudes, alucinaciones, bromas o falsas percepciones de la realidad, encontramos algunos incidentes dignos de televisar.
Al terminar la serie, continué elaborando diversos proyectos para TV Azteca, así como para otras empresas televisivas. Sin embargo, di por concluida mi labor en el terreno de los misterios. Había más por aprender y conocer.
Trayectoria editorial
Mi relación con el medio editorial se reanudo en 1999 cuando ingresé a Editorial Mina, empresa especializada en la publicación de revistas. Su consejo editorial confío en mi experiencia, dándome las facilidades para desarrollar todo tipo de proyectos, por más extraños e inusuales que pudieran parecer. Siendo director editorial, éste fue el periodo de mayor imaginación, creatividad e inventiva que he vivido a nivel profesional.
Aquí puede desarrollar otra de mis pasiones: la fotografía. De hecho, dirigí la mayoría de las sesiones fotográficas realizadas en el estudio de la editorial o en las locaciones, Cn el fin de plasmar la esencia del proyecto en la imagen de portada.
Mi fascinación y curiosidad por determinados temas dieron origen a múltiples proyectos editoriales; muchos de ellos se convirtieron en rotundos éxitos por ser innovadores, incluso transgresores de lo culturalmente establecido. Algunos de los que recuerdo con cariño son: Yoga magazine, Artes Marciales, Enciclopedia de Máscaras y Tatuajes y Perforaciones. Con Radar Editores (empresa hermana de Editorial Mina), me especialice en vinos, gastronomía y maridaje, al dirigir las revistas Enciclopedia del Pan, Vid y Soy Chef.
Cambiando el rumbo
20 años en la divulgación impresa, especializándome en diferentes áreas de la cultura, ha sido una actividad profundamente satisfactoria que me dio la oportunidad de conocer a múltiples líderes de opinión, maestros espirituales y especialistas, que accedieron a ser entrevistados. Conocer sus historias, pasiones, emociones y, particularmente, su forma de ver y enfrentar la vida fue enriquecedor. Sin duda, una poderosa y positiva influencia que cambio, de muchas maneras, mi manera de pensar y sentir. Fueron semillas que gradualmente germinaron en mi interior dando origen a nuevas inquietudes.
De forma paralela a mi actividad editorial, desde el 2014 he desarrollado diversos proyectos cinematográficos, área en donde me he desenvuelto como guionista y director de cortometrajes. También me di la oportunidad de escribir dos libros: Con todo mi amor y Guía máxima de la defensa persona.
¡Ésa es mi síntesis de mi biografía y trayectoria profesional! Y si pudiera simplificarla en una palabra sería pasión. ¡De hecho, nunca he trabajado!
Los proyectos que he desarrollado han sido por el placer de hacer lo que más me gusta: la comunicación, la creatividad y la investigación. Sin duda, mi mayor satisfacción ha sido, y lo sigue siendo, incursionar con éxito en diferentes medios de comunicación, con temas especializados, divulgando mi perspectiva de la realidad en favor de la vida y el conocimiento. Conociendo, investigando, discerniendo y aprendiendo, siempre aprendiendo.
Mi cotidianidad se guía por una de las frases del pensador y político hindú Mahatma Gandhi: Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir siempre.